de Carlos Somoza
Argumento y opinión:
Se acabaron los detectives, policías, forenses. Ya solo quedan ordenadores, perfiladores, cebos y Shakespeare. Así son las cosas en un Madrid apenas futurista. La psicología ha comprobado que las conductas están determinadas por las filias sexuales y se pueden excitar mediante gestos, voces o ambientes de la misma manera que se pueden cuantificar. Los cebos son actores que se encargan de controlar y eliminar al crimen y a la violencia complaciendo y utilizando esas filias ( una profesión horrible pero necesaria). Diana Blanco es una de ellas y se verá ernvuelta en una situación difícil y peligrosa que mezclará su vida privada en su trabajo.
Somoza nos complace con sus dosis habituales de morbo y suspense. Quizás se hace algo pesado con continuas referencias a Shekespeare pero el desarrollo de los hechos es siempre sorprendente e inesperado.
María Cumplido ( ex alumna del Centro)
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