lunes, 10 de mayo de 2010

LOS GIRASOLES CIEGOS

Alberto Méndez Borra. Editorial y año de publicación: Anagrama, Barcelona, 2004.

Argumento:


Novela formada por cuatro historias o, como titula su creador, cuatro derrotas que abarcan desde 1936 a 1942, el período más crudo y sanguinario de la Dictadura del General Francisco Franco, determinando los tres años de la contienda civil y los comienzos del gobierno represor, influenciados por la aniquilación de la República de una manera brutal, al desentenderse de presiones e interferencias internacionales.


Primer Relato, Primera Historia, Primera Derrota o “Si el Corazón Pensara Dejaría de Latir.”
El capitán Carlos Alegría, oficial del ejército fascista, se entrega a los republicanos, al entrar las tropas golpistas en Madrid, con una trascendente frase: ¡Soy un rendido!, que denota una evolución de esa convicción, en lugar del típico “Me rindo”, cuyo significado lo ancla justo en ese momento. Contexto confuso y no entendible por ambos bandos, cuya explicación del propio Alegría es que sus camaradas no pretenden ganar la guerra, sino matar, por lo que busca consuelo de crímenes y atrocidades. Confidencia desfavorable suya además, es el matizar que él no es desertor sino prisionero, y que más humillante para los victoriosos, hubiese sido abandonar la contienda el ejército republicano el primer día, no haber ofrecido resistencia, ya que sin muertos no habría gloria para los vencedores. Juzgado por traición y condenado a muerte por las tropas nacionales, es trasladado a Arganda del Rey, donde lo fusilan, salvando milagrosamente su vida y escapando de una fosa común. Huye y logra llegar hasta La Acebeda, un pueblo de Somosierra, donde es ayudado por una anciana resoluta, entregándose de nuevo al ejército de Franco, suicidándose finalmente.

Segundo Relato, Segunda Historia, Segunda Derrota o “Manuscrito Encontrado en el Olvido.”
El más íntimo, delicado y sobrecogedor, nos cuenta la vida corta de Eulalio Ceballos, Suárez, un joven poeta que huye del ejército vencedor a los altos de Somiedo, acompañado de Elena, su mujer embarazada, la cual, dado los rigores extremos del viaje, y tras dar a luz un hijo, muere.

A través de un diario íntimo de 26 páginas, nos relata la lucha intensa por su propia memoria, la supervivencia y la de su hijo Rafael: imprudencia del viaje en invierno, enorme riesgo de esta aventura, dado el avanzado estado de gestación de su mujer, su pérdida, el nacimiento del bebé, sin medios ni ayuda; la decisión de no continuar ya hasta Francia y esperar el fin en la montaña, el hambre, el miedo a la enfermedad, a ser descubierto.
Sin apenas ya medios de subsistencia, el niño muere y finalmente el padre.

Tercer Relato. Tercera Historia. Tercera Derrota o “El Idioma de los Muertos”.
Se centra en el soldado republicano Juan Serna Sama, masón, organizador del presidio popular, comunista, soltero, profesor de chelo, criminal de guerra recluido en prisión, en la segunda planta, donde ubicaban a los que iban a condenar a muerte, librándose en varias ocasiones de ser conducido a la cuarta planta, lugar de inmediatez de la muerte.
Cuando el coronel Eymar, presidente del tribunal que debe juzgarle, y su mujer Violeta, oscura y severa, que asisten a las vistas, se enteran de que conoció a su hijo, Miguel Eymar, en la cárcel de Porlier en 1939, y lo vio morir (persona que cometió múltiples delitos comunes y asesinatos, estraperlo de medicamentos en mal estado, robos en almacenes militares de alimentación, comercio ilegal de nafta y carburantes, siendo fusilado por todo ello), le instan a que rememore lo sucedido, intentando prolongar día a día su existencia con la conversión de las maldades en heroicidades, mediante historias inventadas cubiertas de falsedades y enaltecimientos.

Escribe cartas a su hermano Luis, siendo censuradas por el alférez capellán de la cárcel, y a sabiendas de que nunca llegarán a su destino. Conoce a personajes que cada vez con mayor intensidad, le provocan un fortalecimiento anímico: Eduardo López, miembro del buró político del Partido Comunista, Cruz Salido, redactor jefe de El Socialista, al cual ve morir en la celda, cuando le encomienda su asistencia y curación.
Tanta utilización de la impostura llega a asquearle, sobre todo, tras la muerte de su compañero de celda, el joven de las liendres, confesando al final la verdad, y armándose de valentía hasta ahora desconocida, que le conduce a su desaparición.

Cuarto Relato. Cuarta Historia. Cuarta Derrota o “Los Girasoles Ciegos.”
Describe la opresiva vida cotidiana del nuevo régimen, tras la finalización de la Guerra Civil. Se sirve del personaje central, Ricardo, escondido y protegido en casa por su familia, entre miedos y silencios. Esperando huir a Francia, sufre el acoso de preguntas al que es sometido su hijo en el colegio, el cual responde que su padre murió.

Con la excusa de hablar del pequeño, el profesor del niño del Colegio de la Sagrada Familia, les visita a casa, sospechando que el padre vive, tras descubrir en el cuarto de baño una cuchilla de afeitar. Ricardo, desde su armario, impotente y horrorizado contempla la actitud lujuriosa del diácono, el Hermano Salvador, de la Orden del Santo Padre Gabriel Taborit, acariciando reverentemente la pierna de Elena, su mujer, la cual siente asco, miedo, indefensión e ira, apareciendo en escena Ricardo, en defensa de su mujer, descubriéndose su identidad y llamando el religioso a la policía para su detención, lo que provoca que se suicide arrojándose por la ventana del piso al patio, ante la mirada de Elena y Lorenzo.

Opinión:

Influjos de pasión, fascinación, trascendencia, filosofía y gran composición literaria, envuelven la obra “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez, primer y único libro, uno de las más importantes publicados en los últimos años, con 26 ediciones y más de 250.000 ejemplares vendidos, así como por los galardones obtenidos: I Premio Setenil, al mejor libro de cuentos del año, y póstumamente, en 2005, el Premio de la Crítica y el Nacional de Narrativa, quedando consagrado como un clásico contemporáneo.

El tratamiento de su contenido, no pretende herir sensibilidades. El objetivo es conocer la historia, nuestra triste historia de la lid fratricida que dividió a las dos Españas, y saber con mayor profundidad la trágica actitud de nuestras generaciones anteriores, para entender el pasado, el presente y proyectar en la virtud el futuro. Debe compendiar una memoria colectiva, que sirva la superación de la tragedia y no olvidarla.

Las Cuatro Historias o Derrotas, son independientes, pero entrelazadas entre sí con un nexo de unión de personas comunes: El Capitán Carlos Alegría, aparece en el primer relato, Si el Corazón Pensara Dejaría de Latir y en el Tercero El Idioma de los Muerto. Elena, mujer del joven poeta de segundo relato o Manuscrito Encontrado en el Olvido, también se menciona en el cuarto relato o Los Girasoles Ciegos.

Los personajes son seres mancillados, enajenados, deshumanizados, recorriendo un camino sin vuelta, doloroso, e ignorantes de su destino final.

La estructura de la obra se basa en cuatro órdenes de secuencias lógicas por su racionalidad en el tiempo: fotogramas cronológicos de la Contienda Civil Española, que veladamente se identifican con los títulos de cada historia –triunfo de la barbarie irracional, produciéndose el sometimiento de la razón por la fuerza; exilio del espectro intelectual; miedo, rebeldía y derrota del poder impuesto por la manifestación del pensamiento libre, cuyo precio es la muerte en aquel tiempo; emergencia del rango eclesiástico, de sus abusos y escándalos morales, al amparo de un nuevo gobierno tiránico, muy bien ilustrado en la novela con la lascivia incontrolada del diácono Padre Salvador.

La escritura y su contenido es sencillo, fácil de comprender, y de una fuerte composición realista y simbolista por la variedad de significados que nos presenta.

El núcleo central de la temática narrativa son los muertos. Porque mientras las heridas de los españoles sigan abiertas, hasta su posible pero dilatada conclusión en uno y otro bando ideológico, seguirá siendo causa de oposición y enfrentamiento. No abrir en la Transición, y a continuación en los albores de la Democracia esta impiedad, fue lo más prudente por la fragilidad del momento político. Aceptar iniciativas judiciales de la actualidad, en pos de la verdad, se convierte en acertado. Es una inmejorable vía de reconciliación.

Con total seguridad, el pensamiento, sentimiento, sufrimiento y la vida de los vivos y los muertos de Los girasoles ciegos, agitan el corazón y el espíritu de nosotros, sus herederos de la paz, en pos de esta traumática victoria.


Miguel Ángel López Sánchez. ( Alumno de 2º de Bachillerato A)

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