de Juan Ramón Jiménez. Ed. Edebé
Platero era un burrito pequeño, peludo, suave. Sus ojos eran negros como el azabache, porque eran tan duros como dos escarabajos de cristal.
Mis capítulos preferidos son: Eclipse y Antonia.
Eclipse: los habitantes del pueblo se subían a las azoteas de sus casas para ver el eclipse y en el corral veía el eclipse.
Antonia: era una muchacha muy guapa, pero tenía un problema: quería cruzar el río pero el agua estaba tan crecida que si lo cruzaba se mojaba los pies, y como no había puente, no sabía por donde pasar. Las piedras que colocaron los vecinos se hundieron y no podía pasar. Entonces llegaron Juan Ramón y Platero y la muchacha se subió y Platero, de un salto, la llevó al otro lado.
Es un libro que a mí me ha gustado mucho porque es muy gracioso.
Gema Mª Cañero Salinas ( Alumna de 1º de ESO A. 12 años)
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