sábado, 13 de marzo de 2010

EL ASOMBROSO VIAJE DE POMPONIO FLATO

de Eduardo Mendoza. Ed. Seix Barral



Argumento

En el S.I de nuestra era, Pomponio Flato viaja por los confines del Imperio romano en busca de unas aguas de efectos portentosos. El azar y la precariedad de su fortuna lo llevan a Nazaret, donde va a ser ejecutado el carpintero del pueblo, convicto del brutal asesinato de un rico ciudadano. Muy a su pesar, Pomponio se ve inmerso en la solución del crimen, contratado por el más extraordinario de los clientes: el hijo del carpintero, un niño candoroso y singular, convencido de la inocencia de su padre, hombre taciturno y pacífico, que oculta un gran secreto.



Opinión

Cruce de novela histórica-policiaca, hagiográfica y parodia de todas ellas; aquí se ajustan las cuentas a muchas novelas de consumo y se construye una nueva modalidad: la trama detectivesca, original e irónica, que desemboca en una sátira literaria y en una desternillante novela.
Son palabras de la propia editorial sobre la novela. Indudablemente, esta novela de Mendoza emana un humor, ironía, sarcasmo y burla que garantizan la risa y la sonrisa. Es cortita y ligera de leer y admite su clasificación dentro de varios tipos de novela. Quizás se haya quedado corta en la caracterización de los personajes, sobre todo en el de Pomponio ya que se podría haber insistido más en la crítica, en la ironía y en la burla, pero, insito, es incuestionable que te hará pasar un rato divertido.
La novela se acerca a nuestros días, reflejados en esas referencias tan cercanas a las movidas inmobiliarias, a ese romano que tiene que imponer orden en el pueblo de Israel, a esa crítica a los sacerdotes judíos (crítica que se puede extender a todas las religiones pasadas y actuales), a esos finos comentarios, bastante irónicos, al mismo pueblo judío, a la simplicidad de ese soldado llamado Cuadratus ( algo original el nombre ¿no?), a la propia simplicidad de ciertos, por no decir la mayoría, militares.
Aunque la crítica achaca a Mendoza no haberse esmerado en la consecución de un perfil exacto de los personajes y de haberse contenido a la hora de lanzar pullas y críticas, creo que si yo tuviera que definir el libro diría que es una aventura de Ásterix y los romanos ( salvando diferencias); para mí es un libro que admite su lectura en formato de cómic, pues es fácil imaginar la historia de Pomponio dibujada.
El lenguaje empleado intenta que nos traslademos a una época lejana ( María es como la representación de María Zambrano, por lo bien que habla). Creo que no hay que asociar los personajes a la Virgen María ni a San José, ni a Jesucristo. Si cambiásemos los nombres de los personajes, seguramente no pensaríamos en esas referencias histórico-religiosas. Es divertido ver cómo el carpintero se dedica a hacer cruce que servirán para ajusticiar a culpables y a inocentes, como podría haber ocurrido con él mismo; y esa resignación cristiana reflejada en el dicho “Dios lo ha querido así”, la verdad es que te da gana de darle “ un cosqui”.
Mendoza consigue que, en ningún momento, te tomes en serio nada de lo que cuenta, pese a que hay un fondo de seriedad en el tema: pensemos en el ajusticiamiento de un inocente ( lo cual sigue siendo una coincidencia curiosa). Mezcla el género epistolar con la novela de intriga ( ¿gris?, a negro no llega), o de aventura ( la del propio Pomponio) en un doble sentido; primero en la búsqueda del agua milagrosa, y segundo en el follón en que se ve envuelto por culpa de un niño ( que por cierto, pronto aprendió a manejar denarios como buen comerciante judío ¿no es esto ya un prejuicio dentro de la novela histórica?).
En fin, creo que la novela reúne el carácter divertido y asombroso de la historia, la posibilidad de descubrir el gusto por la novela “ azul marino casi negra”, la documentación de la novela histórica y la posibilidad de comprarte una caja de rotuladores y reescribir la historia en formato de cómic.

David Vázquez. Profesor

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