jueves, 19 de enero de 2012

EL RUMOR DEL OLEAJE

de Yukio Mishima. Aianza editorial.

Argumento:
El protagonista de la historia es Shinji, un joven pescador que queda prendado de la belleza de Hatsuo, una chica recién llegada a la isla. Ella es hija de Miyata, un importante y temido empresario, pero fue enviada a la ciudad al poco de nacer. Ahora que ha regresado, los jóvenes lugareños practican tentativas por ganarse sus favores, pero todo parece decidido ( por un acuerdo entre familias) a favor de Yasuo, un chico arrogante y envidioso, de casta notable. El encuentro fortuito entre Shinji y Hatsuo hace que salte la chispa entre ambos y que desde entonces se vean obligados a vivir secretamente su historia de amor, aunque sin fortuna. La relación será descubierta y hecha “vox populi”, lo cual desatará un
buen número de problemas en la isla, siempre bajo el signo de los celos.

Opinión personal:




Dejando de lado la excéntrica figura del propio autor, Mishima, lo primero que cabría decir de “El rumor del oleaje” es una novela envidiablemente sencilla. Y lo digo así, porque solo los que se hayan aventurado en el difícil arte de la narración habrán descubierto lo difícil que es contar de manera precisa, bella y sincera una historia. En poco más de doscientas páginas, Mishima crea personajes entrañables y reconocibles, enfrascados en sentimientos humanos palpables, y especialmente en el más difícil de todos a la hora de ser plasmado en una novela, que es el amor, sin caer en una ñoñería ni en empalagosa introspección psicológica de los personajes. Todo rezuma naturalidad, sin que el artificio de la escritura nos disloque y nos haga estar más pendientes del cómo que de qué se cuenta. Sólo al cerrar el libro, y si decidimos hacernos conscientes de ello, descubrimos el mérito del autor en hacerse desaparecer en la historia.
Maravilla especialmente el protagonismo de la isla en que transcurre la historia, Utajima, una minúscula porción de tierra del norte de Japón; gracias a las bellísimas descripciones de Yukio Mishima, uno puede hacerse perfecta cuenta de la orografía de la ínsula, del olor a salitre y algas de sus costas, del salobre tacto del clima y, cómo no, del incesante murmullo que acoge a Utajima y lo envuelve como si fuera su banda sonora: el rumor del oleaje.
El lector occidental siempre encontrará un doble aprovechamiento en las grandes obras orientales como ésta: por una parte podrá degustar aquellos elementos universales, como son el interés que genera una buena historia y unos personajes bien descritos y caracterizados; y por otra, el exotismo de una cultura tan dispar a la propia, que el autor nos descubre acaso con mejor tiento que un libro cualquiera de histria y costumbres del Japón.
Antonio Gómez-Cunninghan Jiménez ( Profesor de Lengua) . 1 de marzo de 2011

1 comentario:

  1. Esta es una historia de amor muy sencilla, narrada de una forma muy delicada y sutil (vamos, muy japonesa). Está considerada una de las más grandes y bellas historias de amor universales, pero yo la he encontrado un poco demasiado simplona. Menos mal que es una novela cortita, porque de hecho no pasa prácticamente nada (los jóvenes se enamoran, los rumores de los habitantes de la isla ponen en peligro su amor y finalmente superan los problemas). Pero también debo decir que me ha gustado bastante la forma en que está narrada, la delicadeza en las descripciones del paisaje y los habitantes de la isla y el lirismo que impregna cada palabra de esta obra.

    Besos

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