Ediciones B, S.A., 2009.
Queridos compas: estoy feliz por volver a escribir en el cuaderno Viajero y en calidad de profesora; aún disfrutando de mi nueva situación, ¡¡seré profe toda la vida!!
Mi recomendación va para la trilogía de Santiago Posteguillo sobre la historia de Publio Cornelio Escipión, cónsul de Roma, que recibió el nombre de uno de los territorios que conquistó; una historia ligada a la de otro de los mayores militares de todos los tiempos, el cartaginés Anibal.
En estas tres novelas se cuenta la historia de los enfrentamientos entre estos dos generales excepcionales que, según el autor, se admiraban mutuamente.
La primera novela es Africanus, el hijo del cónsul. Trata la infancia y juventud del protagonista. Se narran las hazañas de Anibal y las batallas en Hispania del tío, del padre y del propio Escipión, terminando con la conquista de Cartago Nova. Otros personajes “reales” son el escritor Plauto y el cónsul Quinto Fabio Máximo.
La segunda novela es Las legiones malditas. Escipión se lleva a la guerra a África, concretamente a Cartago, para así atraer a Aníbal, haciendo que abandone Italia. Es cónsul, y como tal, le pertenece estar al mando de dos legiones que su enemigo político Fabio consigue que sean llamadas malditas, expulsadas de Roma, desterradas en Sicilia y absolutamente indisciplinadas. En resumen, es la plenitud de Escipión hasta la victoria sobre Aníbal en Zama.
La tercera novela se titula La traición de Roma. Las campañas militares se trasladan ahora a Asia Menor, donde vuelven a encontrarse Escipión y Aníbal. El rey Antinoco III de Siria quiere emular a Alejandro Magno y reconquistar su imperio desde el Egeo hasta la India. El final de la trilogía es también el final de sus protagonistas, Aníbal y Escipión.
Estas novelas me han sorprendido, divertido, entretenido, impactado, horrorizado… según el pasaje que estuviera leyendo. He pasado ratos buenísimos acompañando a Publio y las legiones romanas unas veces o a los ejércitos cartagineses otras. He sufrido con las intrigas del Senado y disfrutado muchísimo al leer determinadas costumbres romanas. He puesto al día mis oxidados conocimientos de la época pues Posteguillo escribe con rigor y precisión histórica cuando cuenta increíbles asedios y batallas o impresionantes sesiones del senado romano (también añade imaginación, claro).
Sus personajes tienen muchísima fuerza y no baja el ritmo narrativo en ningún momento. He disfrutado enormemente al recordar pasajes históricos extraordinarios como por ejemplo, el paso de Aníbal con sus elefantes en dirección a Italia, atravesando Los Alpes o la estrategia de Alejandro Magno en la batalla de Gangamela (que emula el protagonista, gran admirador del macedonio).
En resumen, horas de entretenimiento de calidad. Enormemente recomendable sobre todo para aquellos a los que os guste la novela histórica. “La realidad supera la ficción”.
María
Dolores Cañete, Profesora de
Biología.
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